Al derecho comparado se le califica como una metodología o disciplina para el estudio o la enseñanza del derecho. Este tiene su base en la comparación (de allí su nombre) de las diversas respuestas o soluciones que plantean las leyes existentes para un mismo caso.

El derecho comparado, entendido este como un método, se puede aplicar o usar  ante cualquier área o ámbito del derecho. Para que esto proceda de esta manera, es necesario que se hagan estudios concretos y delimitados de leyes, instituciones y precedentes jurídicos que permitan el análisis llamado de micro-comparación.

Este análisis o estudio permite ver una panorámica más amplia del asunto estudiado (o comparado) desde los ángulos disponibles para obtener la respuesta o solución a un asunto legal.

Ahora bien, es posible que este asunto legal merezca un estudio más amplio que considere dos sistemas o estructuras jurídicas. Es allí cuando el derecho comparado echa mano del análisis denominado macro-comparativo, el cual, a diferencia del anterior, involucra variables más amplias.